El 6 de febrero de 1945, el pequeño pueblo jamaiquino de Nine Mile vio nacer a una de las leyendas más grandes del siglo XX, un hombre que promovió toda una religión y modo de vida a través de su música. Su nombre era Robert Nesta Marley, aunque el mundo entero lo conoció como Bob Marley.
La vida del máximo exponente del reggae estuvo llena de mitos que trascendieron más allá de su muerte y, aunque la letra de sus canciones nos mostró los principios de la filosofía rastafari que difunde el amor, la paz y la hermandad sobre todas las cosas, lo cierto es que poco se sabe acerca de cuáles fueron los motivos que lo orillaron a adoptar tan peculiar modo de vida. Sólo podemos decir que uno de ellos tiene que ver con su origen, así que vamos a abordar ese tema.
Marley fue fruto de la relación entre Cedella Booker, una mujer afro-jamaiquina, y Norval Marley, un capitán y funcionario jamaiquino con ascendencia inglesa. Se dice que su madre era una adolescente de apenas 17 años cuando conoció a Norval, quien era un hombre de 50 años. El padre de Bob murió cuando este tenía 10 años, por lo que Cedella se convirtió en el único sustento del chico.
Aunque Bob no convivió mucho con su padre, pues viajaba constantemente, siempre sintió pesar por el simple hecho de haber sido hijo de un hombre blanco, pues desde niño sufrió el rechazo y burlas de otros chicos por ser mestizo y no tener la piel tan oscura como todos los demás.
El director de cine Kevin Macdonald, quien en 2012 estrenó Marley, documental que aborda la vida y legado de Bob, declaró que Ziggy Marley (hijo mayor de Bob), le confesó en una ocasión, que creía que su padre siempre había lamentado no haber sido negro.
Tal vez algunas personas consideren que esto es poca cosa, pero este hecho incluso orilló a que, durante su infancia, Marley se pintara la cara de negro para no ser discriminado. Obviamente, esto influyó bastante en su lucha contra el racismo. Por otro lado, algunas teorías apuntan a que el músico adoptó la filosofía rastafari para finalmente encontrar la identidad que tanto había buscado.
Marley defendió con todas sus fuerzas los ideales de la religión que enaltece la supremacía negra, así como las raíces africanas, e incluso fue uno de los primeros cantantes de reggae en aceptar públicamente su devoción al movimiento rastafari, aunque eso causara controversia política.
Gracias a la fama que este gran hombre adquirió, los políticos comenzaron a utilizar el reggae para atraer a nuevas audiencias que figuraban como potenciales votantes, de tal forma que también ayudó en gran medida a que el movimiento rastafari no fuera perseguido. Así lo apunta Stephen A. King en su libro «Reggae, rastafari y la retórica de control social».
En el 2003, el sueño de Bob Marley finalmente se hizo realidad, cuando el Gobierno de Jamaica reconoció el culto rastafari como una religión, aunque eso incluyó la legalización de la marihuana o “ganja”, aspecto importante dentro del rastafarismo.
Rastafari hasta la muerte
El 11 de mayo de 1981, Bob falleció víctima de cáncer de piel localizado debajo de la uña de su dedo gordo del pie, el cual fue descubierto en 1977 tras una lesión. Se cuenta que en ese entonces los médicos le aconsejaron a Marley la amputación del dedo para evitar que el cáncer se extendiera. Sin embargo, él se negó debido al principio rastafari que dice que el cuerpo es como un templo sagrado, por lo tanto no tenía permitido ningún tipo de modificación como cortes, tatuajes ni piercings.
Marley se sometió a otros tratamientos y continuó su gira hasta que el cáncer regresó extendiéndose a su hígado y pulmones. Se cree que de haberse hecho la amputación el cantante habría sobrevivido, sin embargo sus creencias siempre fueron más fuertes.
La historia de este grande, así como su música, siempre servirán como un modelo a seguir para aquellos que busquen vivir rodeados de amor y dicha. Tú que caminas por el sendero de la paz y el entendimiento, ¿por qué no te das una vuelta por Claro música y escuchas algo de buena música compuesta por Bob Marley?