A 48 años del lanzamiento de Abbey Road, última producción musical de The Beatles, aún se sigue hablando de la famosísima foto de la portada del emblemático álbum.
Fueron sólo 10 minutos los que necesitaron los integrantes del cuarteto de Liverpool para realizar esta portada. Salieron del estudio de Abbey Road a las diez en punto de la mañana, el viernes 8 de agosto de 1969, con la ropa que llevaban puesta. El fotógrafo Ian McMillan se subió a una escalera en la mitad de la calle y les pidió que crucen normalmente, sin actuar, sin sobreactuar el paso. Cruzaron cuatro veces, se hicieron seis tomas. Listo. Así de simple nació una de las portadas más famosas de la historia del rock y de la cultura pop en general.
Es sorprendente pensar en la potencia de semejante genialidad en algo tan simple. A partir de esta foto se han ido formando leyendas de todo tipo, incluso se ha llegado a afirmar que Paul McCartney había muerto, porque era el único que estaba descalzo, fumando y con el paso distinto. Los amantes de esta teoría aseguraban que el Volkswagen blanco estacionado sobre la izquierda, con matrícula LMW 281F, supuestamente la edad del miembro de la agrupación al momento de su muerte.
Sin embargo, la simple realidad es que el auto pertenecía a un hombre que vivía en un departamento justo al lado del estudio. Lo increíble es que fue vendido a un precio irrisorio, casi como chatarra en una tienda de usados. Pete Gante, dueño de una casa de instrumentos musicales, lo descubrió por casualidad y lo adquirió en el momento. Dice que el vendedor no conocía la historia del auto, con su respectiva matrícula, que está expuesto actualmente en el museo de Volkswagen, en Wolfsburgo, Alemania.
Abbey Road fue el último álbum que grabaron The Beatles. Let it be salió un año después, pero era un disco cajoneado, originalmente grabado en 1968. La banda estaba en un momento delicado, las discusiones eran constantes, pero igual quisieron realizar un último trabajo. A diferencia de otros años, cada uno llegaba con las canciones preparadas, le decía al resto lo que tenía que tocar y grababan. Así de directo fue el proceso, igual que el de la foto. No hubo diseño ni ideas premeditadas, salieron a la calle, hicieron las tomas a toda velocidad y volvieron a entrar.
Desde el punto de vista técnico, la foto no arrastra ningún misterio, fue tomada del modo más simple, sin flash, sin trípode, sin filtros, sin teleobjetivos sofisticados. Sólo un lente de 28 mm, con el que McMillan hizo el encuadre sin perder el protagonismo del cuarteto y sin descuidar el entorno. John Lennon, Ringo Starr, Paul McCartney y George Harrison caminando de izquierda a derecha sin mirar a la cámara, fue la única consigna.
La portada de Abbey Road ha inspirado miles de imitaciones, desde grupos de rock hasta caricaturas, muñecos de juguete y turistas que viajan desde todas partes del mundo a posar en la misma ubicación que los músicos.
Hasta el propio McCartney la parodió en su disco Paul is live (1993), donde se le ve paseando un perro, en clara contestación a los rumores de fines de la década de los 60’s. Sería imposible señalar la imitación más famosa, básicamente porque eso depende de la fama de los imitadores, pero una de las que más ruido ha generado es la de Los Simpson, donde su creador Matt Groening se tomó la licencia de cambiar algunos mínimos detalles en el paisaje.