Cornelio Reyna se consagró como uno de los mejores cantantes, compositores y actores mexicanos de la década de los 60. A su extensa carrera artística la respaldan 30 películas que estuvieron bajo la producción de Rubén Galindo y 60 discos de música ranchera y norteña. Desde la adolescencia comenzó a sentir una gran pasión por la música y con sólo 17 años de edad formó un dueto junto a Juan Peña, ambos jóvenes se presentaban en distintos centros nocturnos de Tamaulipas, dando muestra de sus capacidades interpretativas.
Sin embargo, Cornelio deseaba trascender e incursionar dentro de la industria profesionalmente. Pero fue hasta 1961 que conocieron a un chico llamado Ramón Covarrubias -quien después se haría llamar Ramón Ayala– en uno de los bares que frecuentaban, aunque éste en un principio llegó al recinto a pedir trabajo de lustrador de zapatos, posteriormente dejó ver su gran habilidad para tocar el acordeón.
Con el tiempo Cornelio y Ramón entablaron una relación de amistad, y como si el destino hubiera conspirado a favor de todos, Juan tenía otros proyectos por lo que debía salir del dueto, Cornelio necesitaba un nuevo compañero y Ramón necesitaba un empujón que lo adentrara en la música. Por ello, estos dos últimos decidieron fusionar sus talentos y cambiar el nombre del dúo por Los relámpagos del norte.
Con los pies sobre la tierra y los sueños floreciendo, el nuevo grupo recorrió un sinfín de bares y cantinas de Reynosa hasta que a sus vidas llegó Paulino Bernal, propietario de una importante disquera y quien les propuso grabar su primer disco, de él se liberó el que sería su primer gran éxito: ‘Ya no llores’. Posterior a éste, se desprendieron temas como ‘La tinta de mi sangre’, ‘Hay ojitos’, ‘Capullito de rosa’, entre otros.
Años más tarde y pese al éxito obtenido, el dúo se separó y ambas personalidades comenzaron sus carreras en solitario. Cornelio se mudó a la Ciudad de México en donde grabó su primer disco como solista y con acordes de mariachi, en él se incluyó el excepcional hit ‘Me caí de la nube’, el cual le valió la aceptación y reconocimiento del público, a la vez que sus ventas en México y Sudamérica subían como la espuma.
Pero para sorpresa de muchos, combinó la música con el cine, donde en sus representaciones interpretaba las composiciones que él mismo creaba y las cuales rápidamente alcanzaron gran popularidad, tales como: ‘Me sacaron de Tenampa’, ‘Me caíste del cielo’ y ‘Lágrimas de barrio’.
En 1986 tuvo la oportunidad de grabar la canción ‘Si tú supieras’ junto al grupo La Mafia, y rápidamente logró colocarse no sólo entre el gusto del público, sino en el lugar número 31 de la lista Billboard, dando pie al inicio de varias giras que se llevaron a cabo en el norte de México y en Estados Unidos.
Durante los siguientes 3 años, el solista y la agrupación siguieron compartiendo escenarios y glorias. Sin embargo, fue hasta el año en curso, que se dio a conocer la grabación del tema ‘Lagrimas de mi barrio’, que está incluido en el álbum de duetos Vozes de La Mafia.
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