Harry Potter y el prisionero de Azkaban: la aventura mágica de Alfonso Cuarón

Luego de un cumpleaños en solitario y de algunos problemas con su tía, la larga espera para el inicio de un nuevo curso en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha terminado. Con 13 años recién cumplidos, nuestro aprendiz de mago favorito, Harry Potter (Daniel Radcliffe), regresa a Hogwarts para continuar aprendiendo nuevos hechizos y experimentar grandiosas aventuras junto a sus inseparables amigos Ron (Rupert Grint) y Hermione (Emma Watson).

Harry Potter y el prisionero de Azkaban es la tercera entrega de una de las sagas más populares de todos los tiempos. Inspirada en la obra literaria homónima de la escritora J. K. Rowling, dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón y con un guión adaptado por Steve Kloves, el cual dio mucho de qué hablar por la inclusión de la extrovertida imaginación del guionista, el lenguaje más sombrío, la presencia de la atracción física y el amor entre los protagonistas.

El marcado desapego de la narrativa literaria que se presenta en la cinta, fue presa de múltiples y controversiales críticas, en especial de aquellos fanáticos que estaban acostumbrados a una adaptación más fiel a la obra original. Sin embargo, esto no fue impedimento para que la entrega obtuviera -hasta hoy en día- los mejores comentarios de toda la saga. De hecho, la propia J. K. Rowling reveló que ésta fue su película favorita.

Después de un altercado con su tía, en donde accidentalmente la convierte en globo, Harry huye en un Autobús Noctámbulo por miedo a que lo expulsen de Hogwarts. Es así que llega a El Caldero Chorreante, una taberna ubicada en Londres, en donde se entera de que un peligroso criminal -Sirius Black- se ha escapado de la prisión de Azkaban.

Al saber esto y al encontrarse a sus amigos, Ron y Hermione, parten hacia el Colegio de hechicería en el tren escolar, pero por una supuesta falla técnica el transporte se detiene. La realidad es que fue abordado por dementores, provocando el asombro y desvanecimiento de Harry después de que tuvo contacto cercano con ellos. Posteriormente le explican que estas aterradoras criaturas son carceleros de Azkaban que se encuentran buscando a Black.

Si pensabas que esto ya era catastrófico y escalofriante, el peligro apenas iniciará su curso más profundo. Harry tendrá que librarse de las garras de Sirus Black, quien quiere eliminarlo para vengar la desaparición de su amo Lord Voldemort. Los dementores son seres oscuros capaces de robar la felicidad y los recuerdos más bellos de los magos, por lo que Harry y sus amigos también tendrán que huir de ellos. Y por si esto fuera poco, el amor empieza a surgir entre algunos de los protagonistas, lo que a la vez deja entrever una madurez psicológica para resolver ciertas situaciones que pudieran poner en riesgo su amistad, hecho que no se había suscitado en las cintas anteriores.

En esta entrega, las nominaciones no se hicieron esperar, en las que destacan Mejores efectos especiales y Mejor banda sonora para los premios Oscar; esta última estuvo a cargo de John Wiliams, quien compuso temas completamente diferentes, muy adecuados a la cinta creada por Cuarón.

Respecto a los efectos especiales, la producción buscó superar las expectativas del espectador y mostrar algo más relevante y atractivo que las películas anteriores. Por ello, se enfocaron más en implementar los efectos en la creación de la fauna que conforma el mundo mágico, dando como resultado un escenario sorprendentemente innovador y mágico.

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