Hellboy: la historia de un superhéroe a los ojos de Guillermo del Toro

Si algo podemos decir acerca de Guillermo del Toro, es que su trabajo posee un estilo especial que lo hace detectable casi al instante. Durante su larga carrera como cineasta nos ha contado historias fantásticas, llenas de personajes muy peculiares y, por supuesto, extrañas criaturas provenientes de universos mitológicos.

Lo cierto es que su trayectoria no se ha limitado sólo a la industria cinematográfica; también ha ayudado a crear series animadas e incluso colaborado en algunos videojuegos. Podríamos decir que no hay límites en la influencia que el director mexicano ha tenido en la cultura popular.

El superhéroe recreado por Del Toro

En el 2004, el público recibió la primera adaptación de Hellboy a la gran pantalla. La película fue inspirada en el cómic Hellboy: La Semilla de la Destrucción de Mike Mignola, publicado por la editorial Dark Horse Comics. Su historia se basa en una entidad nacida de las llamas del infierno que se dedica a usar sus poderes para combatir el crimen a punta de trancazos con su enorme brazo, que por cierto, parece hecho de piedra.

Entrando más en detalles, el demonio Hellboy es transportado a la Tierra mediante una sombría ceremonia realizada por los nazis (villanos típicos, ¿eh?), quienes deseaban utilizar las fuerzas oscuras del infierno con fines de ejercer su yugo en la Tierra. Sin embargo, no contaban con que sus conjuros abrirían un portal para llamar a un demonio bebé, quien obviamente es el protagonista de esta historia.

Salvado por el doctor Broom, Hellboy es educado y entrenado para combatir a los malhechores. Además de usar el brazote que mencionamos para impartir justicia por las malas, tiene un gran armamento balístico y forma equipo con el telépata Abe Sapien (cualquier parecido con el dios acuático de Shape of Water es mera coincidencia) y Liz Sherman, una mujer que posee la habilidad de la piroquinesis.

A pesar de que las historietas ya contaban con el material suficiente para crear una adaptación, sobre todo en cuanto al diseño de los personajes, Del Toro se las arregló para dejar su huella en la cinta. Abe fue el ejemplo más grande de que el director metió mano en su proyecto, ya que se parece mucho a otras criaturas que forman parte de su bestiario.

En cuanto al dinero en taquillas, la cinta recaudó 60 millones de dólares en Estados Unidos y 100 millones de dólares en todo el mundo. Tal vez no rompió récords ni nada por el estilo, pero sobresale por su historia y por Del Toro, que hace su tarea cuando se trata de ver películas de superhéroes.

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