La gran belleza, un hermoso viaje de nostalgia e introspección

La gran belleza es la sexta película del director italiano Paolo Sorrentino, quien desde la década de los dos mil se ha destacado por exponer en su filmografía una atmósfera particular y existencialista que se aleja de la narrativa convencional del cine comercial.

La trama de esta cinta gira entorno a Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor de 65 años que se ha resignado a tener una vida de playboy, alejada del ambiente creativo que en su juventud le dio grandes satisfacciones. La lujosa vida de Gambardella contrasta con la de su amigo Romano (Carlo Verdone), quien apenas sobrevive en el mundo del teatro.

Aunque vive rodeado de excesos y fiestas ostentosas, el protagonista de la historia es consciente del terrible vacío en el que ha estado sumergido durante años, es por eso que la narración se dedica a desenredar los nudos que atan su verdadera esencia, para explorar los viejos anhelos y reencontrarse consigo mismo.

El viaje introspectivo del protagonista es expuesto a través de hermosas imágenes que retratan los rincones más bellos de Roma, y rememoran el clásico de Fellini que cautivó a la crítica en 1960: La dolce vita. El responsable de la sublime fotografía que ilustra los pensamientos del protagonista es Luca Bigazzi, quien desde hace 15 años ha trabajado junto a Torrentino.

La cinta está además, repleta de simbolismos que invitan al espectador a conectarse con el personaje principal y descifrar sus verdaderas angustias y temores en cuanto a la vida misma. De igual forma, guían al público hacia la propia introspección desde la frase inicial:

«Viajar es útil, ejercita la imaginación
Todo lo demás es desilusión y fatiga
Nuestro viaje es enteramente imaginario
Ahí reside su fuerza
Va de la vida y la muerte
Personas, animales, ciudades y cosas es todo inventado
Es una novela, nada más que una historia ficticia
Lo dice Littre, él no se equivoca nunca
Y además, cualquier puede hacer otro tanto
Basta cerrar los ojos
Está en la otra parte de la vida». Louis-Ferdinand Celine.

La nostalgia se representa en el papel de Romano, quien afirma que existe un punto en la vida del ser humano en el que aquel sentimiento es el único recurso que nos queda tras desprendernos del anhelo del futuro.

La gran belleza es una película que definitivamente vale la pena explorar para reencontrarnos con nuestras verdaderas inquietudes. No pierdas la oportunidad de vivir la experiencia, y adentrarte en este hermoso viaje introspectivo disponible en Claro video.