Desde 1971, Clint Eastwood se interesó en complementar su rol en el séptimo arte colocándose del otro lado de la cámara para dirigir, musicalizar, y más tarde, producir un extenso listado de películas en las que también destacó por sus extraordinarias actuaciones. Una de ellas fue la que realizó en Million Dollar Baby (2014).
Eastwood intepretó a Frankie Dunn, un reconocido entrenador de box que un día encuentra en su camino a Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), una mujer de 31 años que le pide entrenamiento para lograr convertirse en una boxeadora profesional. Frankie se niega rotundamente, hasta que Maggie le demuestra una determinación impresionante.
La película, que a primera vista podría tratarse únicamente del camino a la fama de una amateur con mucha disciplina, muestra un trasfondo mucho más interesante cuando conocemos la vida personal de los protagonistas. Maggie trabaja como camarera en un restaurante, mientras su familia rechaza su nuevo pasatiempo, y Frankie es un hombre solitario que vive atormentado por el rechazo que durante años ha tenido su hija con él, al no contestarle ninguna de las cartas que ha mandado.
Aunque la convivencia entre ambos personajes comienza con muchas reservas, principalmente por parte de Frankie, poco a poco va surgiendo entre ellos una relación que les ayuda a sobrellevar su propia soledad, y que, sin querer, resuelve también el dolor que más les aqueja. Frankie encontrará en Maggie a la hija que no pudo criar, y Maggie encontrará en Frankie la admiración y respeto de una figura paternal que además la ayuda a cumplir su sueño.
A lo largo de la trama, el boxeo se convierte en un medio para que los personajes estrechen sus lazos afectivos, haciéndose imprescindibles el uno para el otro. Frankie le da a Maggie el cariño que ninguno de los dos encuentra en casa, y además le muestra un lado vulnerable que sería impensable sobre el ring.
Los lazos afectivos de los personajes se vuelven aún más importantes cuando la historia da un giro inesperado. Maggie debe abandonar su sueño, dependiendo absolutamente del apoyo de Frankie para tomar una de las decisiones más difíciles de su vida.
Morgan Freeman juega un papel muy importante en la historia, pues como amigo de Frankie se convierte en el espectador que comprende el vínculo afectivo que surge con Maggie; además de aconsejarlo, le da la oportunidad de redimir los errores del pasado con su hija.
Million Dollar Baby es una cinta sumamente conmovedora que nos demuestra que la figura paterna no siempre recae en la persona con la que se comparte un vínculo de sangre. Si no has visto esta entrañable película, te invitamos a hacerlo por Claro video.
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