Peter Pan: nunca jamás dejar de ser niño

Todos conocemos a Peter Pan, el legendario personaje creado por el escritor escocés James Mathhew Barrie a inicios del siglo XX, con la intención de llenar de magia y fantasía el imaginario infantil.

Peter Pan es un niño de diez años que vive en el increíble país de Nunca Jamás, una isla en la que conviven distintos personajes como piratas, hadas, sirenas y un montón de seres fantásticos. La fiel compañera de Peter Pan es Campanita, una pequeña hada que lo protege y siente por él amor incondicional.

El personaje inspirado en los hijos de la familia Llewelyn Davies (amigos de Matthew Barrie) pasó a la historia por su adorable personalidad soñadora y por su rechazo hacia el mundo adulto, aunque también destacó en el ámbito psicológico por ser el referente de un síndrome relacionado a la alteración del comportamiento.

En 1983, el psicólogo Dan Kiley publicó el libro The Peter Pan Syndrome: Men who have never grow up (Síndrome de Peter Pan: el hombre que nunca creció) en el que habla sobre el comportamiento infantil en personas adultas que se niegan madurar.

Según Kiley, las personas con Síndrome de Peter Pan se caracterizan principalmente por una inmadurez emocional que les impide desarrollarse en cualquier actividad del ámbito adulto. Al igual que el personaje infantil, los Peter Pan quieren ser jóvenes eternos, así que todo el tiempo evaden responsabilidades, e incluso evitan establecer relaciones sentimentales profundas, o tienen pocas aspiraciones profesionales.

Estudios han revelado que el Síndrome de Peter Pan es más común en hombres que en mujeres. Una de las causas que se han ligado a su desarrollo es el acelerado estilo de vida que está forzando a la sociedad a establecer relaciones fugaces y a obtener cosas con el menor esfuerzo posible.

¿El síndrome de peter pan tiene consecuencias?

Se ha demostrado que las principales consecuencias del SPP es ansiedad y tristeza. Quienes lo padecen incluso presentan signos de depresión, aunque por fuera aparenten una vida completamente normal, y hasta feliz. La dificultad para establecer relaciones a largo plazo es otra consecuencia que sufren las personas que tienen el Síndrome de Peter Pan.

¿Recuerdas que una de las actividades preferidas de Peter Pan es volar? Pues eso es lo que hacen las personas con SPP: van de aventura en aventura sin la menor intención de detenerse. Como podrás ver, aquí no hay magia ni fantasía.

¿Conocías este síndrome? Si te quedaste con ganas de ver esta entrañable película te contamos que en Claro video encontrarás dos de sus mejores versiones.