Puedes amarlo u odiarlo, pero debes reconocer que Adam Sandler es uno de los puntos de referencia más populares cuando hablamos de comedias americanas.

Por esto, y porque está cumpliendo 51 añotes, recordamos las películas que más nos han hecho reír de este famoso actor, comediante, músico, productor y guionista estadounidense.

Big Daddy (Un papá genial, 1999), narra las aventuras de Sonny Koufax (Adam Sandler), un treintañero que se pasa el día entre un trabajo ocasional, el bar y sus amigos. Con tal de impresionar a su novia (Kristy Swanson), adopta fraudulentamente al pequeño Julian (Dylan y Cole Sprouse), un huérfano de 5 años que es hijo biológico de uno de sus amigos. Pero sus planes no salen como quieren y, además de ser abandonado por su novia, Sonny se encuentra a cargo de un pequeñito a quien debe cuidar y mantener solo.

50 first dates (Como si fuera la primera vez, 2004), nos cuenta la historia de Henry Roth (Adam Sandler), quien le tiene fobia al compromiso hasta que conoce a la encantadora Lucy (Drew Barrymore) quien también es flechada por Roth. Pero cuando cree que ha encontrado a la chica de sus sueños, descubre que tras un accidente, Lucy padece de pérdida de memoria a corto plazo ocasionando que olvide todo lo que vivió justo al día siguiente de haber sucedido, por lo que Henry tendrá que conquistarla una y otra vez a lo largo de la película.

Click (Click: perdiendo el control, 2006) nos muestra la vida de Michael Newman (Adam Sandler), un arquitecto muy ocupado que trata de progresar profesionalmente y tener tiempo para su mujer Donna (Kate Beckinsale) y sus dos hijos. Un día, compra un control remoto muy especial que no sólo le permite controlar sus aparatos eléctricos, sino, virtualmente, toda su vida. Rápidamente, Michael se vuelve adicto a este torrente de poder perdiendo el control de toda su vida.

You don’t mess with the Zohan (No te metas con Zohan, 2008). Zohan (Adam Sandler), un peculiar y muy competente agente israelí de los servicios secretos del Mossad, finge su muerte para poder trasladarse de Israel a Nueva York y cumplir allí el sueño de su vida: convertirse en peluquero y estilista. Aunque Zohan se ha propuesto olvidar su peligrosa vida como agente de la lucha antiterrorista, pronto se da cuenta de que no es tan sencillo.

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