El trío más famoso de magos pertenecientes al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, sorprendieron una vez más a los fanáticos de la saga con la séptima y última entrega, que fue dividida en dos partes. Como podrás imaginar, nos referimos a Harry Potter (Daniel Radcliffe), Hermione (Emma Watson) y Ron (Rupert Grint), que en compañía de el director David Yates realizaron un extraordinario trabajo al llevar la novela de J. K. Rowling a la pantalla grande con el rodaje de Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 1.

«Son tiempos oscuros y no hay ninguna duda. Nuestro mundo nunca ha enfrentado una amenaza tan grande como la de ahora…» -Rufus Scrimgeour (Bill Nighy)

Con estas crudas palabras por parte del nuevo Ministro de Magia, es como da inicio la cinta. Desde este momento el público ya está impactado y en espera de ser parte de las aventuras que Harry y sus amigos vivirán. El día que muchos quizá veían lejano, ha llegado, los tres jóvenes magos tienen que decir adiós al Colegio que los vio crecer; después de presenciar el discurso del Ministro donde expone el peligro en el que se encuentra el mundo mágico, la nostalgia invadirá el alma de más de uno al observar la despedida de los chicos.

Sin embargo, luego de salir de Hogwarts los protagonistas acuden a una misión tan peligrosa que pareciera un acto suicida, en donde sin ayuda de nadie tienen como objetivo encontrar y destruir los Horrocruxes, el núcleo de la inmortalidad de Voldemort (Ralph Fiennes). Lo que no imaginan es que los envolverán una serie de sucesos y fuerzas oscuras que buscarán romper su lazo de amistad, por lo que los magos deberán tener plena confianza entre ellos.

Como lo mencionamos al principio, el mundo mágico se encuentra en riesgo debido a que Voldemort sigue empeñado en localizar a Harry, por lo que ordena a sus mortífagos a buscarlo por cada rincón; incluyendo el Colegio de Magia y Hechicería, y llevarlo ante él, vivo. Acatando la orden, los mortígafos aterrorizan no sólo el recinto estudiantil, también el Ministerio de Magia. ¡La batalla final ha comenzado!

El momento del duelo definitivo cada vez está más cerca, el mundo de la magia sólo tiene lugar para uno. Por lo que Harry deberá conseguir los Horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. En la implacable búsqueda por los elementos que lograrán la eliminación del Señor oscuro, Potter descubre una antigua leyenda sobre las reliquias de la muerte, que de resultar verdadera, su enemigo podría alcanzar el poder máximo.

Gracias a los efectos visuales, la banda sonora, que corrió a cargo del compositor Alexandre Desplat, las impecables actuaciones del reparto y la fidelidad con el libro, es considerada junto a Harry Potter y el prisionero de Azkabán como una de las mejores partes de la saga y junto a las dos primera entregas como las que más se apegan a los tomos.

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