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Million Dollar Baby: el cuadrilátero llamado vida

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«Si hay algo mágico en el boxeo, es la magia de pelear batallas más allá de la resistencia, más allá de las costillas rotas, los riñones rotos y las retinas desprendidas». Million Dollar Baby.

 

Una de las cosas más maravillosas que nos ofrece el cine es la posibilidad de desentrañar una historia para encontrar la verdadera intención de su creador. Hace casi 15 años, Clint Eastwood tomó un relato literario casi biográfico del escritor norteamericano Jerold Hayden Boyd, mejor conocido como F. X. Toole, y nos invitó a comprender el boxeo como una metáfora de la vida.

La adaptación cinematográfica, producida y dirigida por Clint Eastwood, es protagonizada por Hilary Swank en el papel de Maggie Fitzgerald, una mesera de 31 años con problemas familiares, cuyo único anhelo en la vida es convertirse en boxeadora profesional. Para lograrlo, se inscribe en el gimnasio del afamado entrenador Frankie Dunn (Eastwood), con la intención de llamar su atención y lograr que se convierta en su guía; sin embargo él se niega a entrenar mujeres.

Luego del abandono de un prometedor boxeador al que estaba entrenando, Frankie comienza a prestarle atención a la perseverancia de Maggie, y finalmente se compromete a prepararla para debutar en el cuadrilátero. Poco a poco descubrirán que el box no es lo único que tienen en común: ambos son personas sumamente solitarias que se enfrentan a su dolor sobre la lona.

Fuera del cuadrilátero, Frankie se refugia en la iglesia intentando encontrar un consuelo que le ayude a sobrellevar el dolor que le causa el rechazo de su hija, a quien no ha visto en años, y quien le regresa sin respuesta cada una de las cartas que él manda.

Frankie y Maggie generan, sin querer, un vínculo que satisface sus necesidades afectivas: Frankie encontrará en Maggie el amor de una hija, y ella recuperará el cariño y la atención de su padre ausente. Todo aquello mientras se comparten valiosas lecciones sobre boxeo que encajan como consejos de vida.

Million Dollar Baby es uno de los 5 relatos que conforman Rope Burns: Stories From The Corner, novela en la que Jerold Hayden, refleja su experiencia personal trabajando durante años en un gimnasio de boxeo, y conociendo las historias personales de los boxeadores que se ponían los guantes para enfrentar con valor los verdaderos golpes de la vida.

Se dice que antes de Clint Eastwood, la adaptación había sido propuesta al productor Albert S. Ruddy por la actriz Anjelica Houston. Con el tiempo se unió Paul Haggis, quien mezcló dos novelas de Hayden y le mostró el guión a Eastwood.

El resultado fue más que impresionante. Las actuaciones de Hilary Swank y Clint Eastwood tocan las fibras más sensibles y obligan al espectador a comprender el deporte como una actividad que implica mucho más que resistencia física.

La película fue galardonada en múltiples ocasiones, incluyendo un premio Óscar a Mejor película, y algunos más para Clint Eastwood por Mejor director, así como para Hilary Swank por Mejor actriz, y Morgan Freeman a Mejor actor de reparto. Los protagonistas también obtuvieron un Globo de oro.

No importa si eres o no aficionado al box, Million Dollar Baby es una conmovedora cinta que vale totalmente la pena ver, así que no lo pienses más y encuéntrala disponible en Claro video.

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Million Dollar Baby: un vínculo más allá de la sangre

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Desde 1971, Clint Eastwood se interesó en complementar su rol en el séptimo arte colocándose del otro lado de la cámara para dirigir, musicalizar, y más tarde, producir un extenso listado de películas en las que también destacó por sus extraordinarias actuaciones. Una de ellas fue la que realizó en Million Dollar Baby (2014).

Eastwood intepretó a Frankie Dunn, un reconocido entrenador de box que un día encuentra en su camino a Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), una mujer de 31 años que le pide entrenamiento para lograr convertirse en una boxeadora profesional. Frankie se niega rotundamente, hasta que Maggie le demuestra una determinación impresionante.

La película, que a primera vista podría tratarse únicamente del camino a la fama de una amateur con mucha disciplina, muestra un trasfondo mucho más interesante cuando conocemos la vida personal de los protagonistas. Maggie trabaja como camarera en un restaurante, mientras su familia rechaza su nuevo pasatiempo, y Frankie es un hombre solitario que vive atormentado por el rechazo que durante años ha tenido su hija con él, al no contestarle ninguna de las cartas que ha mandado.

Aunque la convivencia entre ambos personajes comienza con muchas reservas, principalmente por parte de Frankie, poco a poco va surgiendo entre ellos una relación que les ayuda a sobrellevar su propia soledad, y que, sin querer, resuelve también el dolor que más les aqueja. Frankie encontrará en Maggie a la hija que no pudo criar, y Maggie encontrará en Frankie la admiración y respeto de una figura paternal que además la ayuda a cumplir su sueño.

A lo largo de la trama, el boxeo se convierte en un medio para que los personajes estrechen sus lazos afectivos, haciéndose imprescindibles el uno para el otro. Frankie le da a Maggie el cariño que ninguno de los dos encuentra en casa, y además le muestra un lado vulnerable que sería impensable sobre el ring.

Los lazos afectivos de los personajes se vuelven aún más importantes cuando la historia da un giro inesperado. Maggie debe abandonar su sueño, dependiendo absolutamente del apoyo de Frankie para tomar una de las decisiones más difíciles de su vida.

Morgan Freeman juega un papel muy importante en la historia, pues como amigo de Frankie se convierte en el espectador que comprende el vínculo afectivo que surge con Maggie; además de aconsejarlo, le da la oportunidad de redimir los errores del pasado con su hija.

Million Dollar Baby es una cinta sumamente conmovedora que nos demuestra que la figura paterna no siempre recae en la persona con la que se comparte un vínculo de sangre. Si no has visto esta entrañable película, te invitamos a hacerlo por Claro video.

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Las mejores frases de Golpes del destino

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En 2004, Clint Eastwood dirigió y protagonizó junto a Hilary Swank la película Golpes del destino, en la que interpretó a Frankie Dunn, un importante entrenador de box cuyo destino coincide un día con el de Maggie Fitzgerald, una mujer de 32 años con una vida conflictiva y cuyo sueño es convertirse en una boxeadora profesional.

Maggie le pide a Frankie que la entrene, sin embargo él se niega hasta que ella le demuestra su compromiso y pasión hacia el deporte. A partir de ese momento, Frankie se convierte en un ejemplo a seguir para Maggie, no solo dentro del ring, pues la influencia que tiene en su vida se vuelve tan relevante que solo él puede ayudarla luego de un terrible accidente que pone en peligro su sueño.

Si aún no has sido testigo de esta conmovedora historia, o si quieres recordarla, a continuación te compartimos algunas de sus mejores frases:

Muéstrame un boxeador que no tenga nada excepto corazón y yo te mostraré a un hombre esperando una paliza.

Si hay algo mágico en el boxeo, es la magia de pelear batallas más allá de la resistencia, más allá de las costillas rotas, los riñones rotos y las retinas desprendidas.

El boxeo no es un acto natural. Porque todo en él es al revés. Si quieres moverte a la izquierda, no das un paso a la izquierda empujas con la punta del pie derecho.

— ¿Cuántos años cumples?
— 32 años, señor Dunn. Y estoy celebrando que he pasado otro año, sirviendo y lavando platos. Es lo que he estado haciendo desde los 13 años. Y según usted, tendré 37 antes de poder dar un golpe decente.

El cuerpo dice: ‘Oye, lo dejaré hasta aquí porque obviamente no sabes lo que estás haciendo… Acuéstate ahora, descansa, y hablaremos de esto cuando recuperes tus sentidos’.

A veces la mejor manera de dar un golpe es dar un paso atrás… pero retrocede demasiado y no estarás peleando en lo absoluto.

Cualquiera puede perder una pelea.

El boxeo se trata de respeto: obteniéndolo para ti, y quitándoselo al otro tipo.

 

No lo pienses más, y entra a Claro video para inspirarte con esta extraordinaria película.