Hace casi 50 años la legendaria banda británica de heavy metal Black Sabbath lanzó ‘Iron Man’, uno de los temas más emblemáticos no sólo de su carrera, sino de la de un sinfín de músicos que tocaron por primera vez una guitarra con la intención de replicar el himno de toda una generación que comprendió que el heavy metal no tiene que llevar un ritmo acelerado para ser alucinante.
El tema habla sobre un hombre que viaja al futuro y ve el Apocalipsis. Al regresar a la Tierra para advertirle a la humanidad, es golpeado por una tormenta magnética, convirtiéndose en el hombre de hierro. Aquella increíble historia que un día se le ocurrió a Geezer Butler tras escuchar la inquietud de Ozzy Osbourne por componer una canción llamada ‘Iron Man’, podría ser la historia del prodigioso guitarrista de Black Sabbath, Tony Iommi.
La inquietud de Iommi por la música comenzó desde que era muy joven, pues creció admirando a The Shadows, la agrupación de pop más importante de Inglaterra hasta la llegada de los Beatles. Fue así que durante su adolescencia Iommi se unió a una banda de blues tocando la guitarra, al mismo tiempo que trabajaba como dependiente en una tienda de discos.
Luego de ser despedido por supuesto robo, Iommi consiguió empleo en una acería local como soldador, sin embargo su máximo sueño aún era convertirse en un guitarrista profesional, por lo que en su descanso decidió contarle a su madre que planeaba renunciar y dedicarse a su anhelo por completo. Cuenta la leyenda que la madre de Iommi se molestó tanto que lo obligó a regresar al trabajo. Sin embargo, el destino le tenía preparado al adolescente de 17 años un reto que pondría a prueba su pasión por la música…
Cuando Iommi regresó al trabajo tuvo que suplir a una de sus compañeras, que manejaba la guillotina para cortar láminas de acero. Es en este punto que entendemos que cuando hacemos las cosas de mala gana todo saldrá mal, y que lograr un sueño tan ambicioso como el de Iommi no podía ser tan sencillo: el chico se cortó por completo la punta de sus dedos índice y medio de la mano derecha. ¿Qué convirtió el accidente en un hecho fatal? Iommi es zurdo, y utiliza su mano derecha para marcar los acordes de la guitarra.
Iommi creyó que su carrera estaba arruinada para siempre y se sumió en una profunda depresión, hasta que en una de sus visitas, el dueño de la fábrica donde trabajaba le habló sobre el guitarrista belga de jazz Django Reinhardt, quien tocaba sólo con dos dedos, y le regaló un disco para que retomara fuerzas y saliera adelante.
Iommi intentó imitar a Reinhardt, sin embargo el dolor era insoportable cuando lo intentaba, y aprender a tocar con la mano derecha nunca fue una opción para él, así que debía buscar otra solución. Intentó colocarse plástico y luego tela en los dedos, pero nada funcionaba. Finalmente Iommi encontró la respuesta en pequeños trozos de una chamarra vieja de cuero, los cuales utilizaba como dedales.
¿El nacimiento del heavy metal?
Muchas teorías afirman que el accidente de Iommi fue, sin quererlo, lo mejor que le pudo haber pasado al metal, pues a raíz de la dificultad que encontraba Iommi para tocar su guitarra con las prótesis de sus dedos, tuvo que bajar la tensión de sus cuerdas, originando así el sonido potente e innovador que caracteriza al heavy metal, y principalmente a Black Sabbath.
Ya han pasado poco más de 40 años de aquel episodio y Tony aún lo recuerda como el parteaguas de su prodigiosa carrera. No en vano la anécdota ocupa un lugar especial en su autobiografía titulada Iron Man: My Journey Through Heaven And Hell With Black Sabbath.
Otro gran reto que ha tenido que superar el hombre de hierro para continuar con el sueño que tuvo desde la juventud ha sido el cáncer de linfoma que le detectaron en el año 2012. Una vez más, Iommi pensó que su carrera se vería interrumpida, sin embargo ha tenido que reestructurar su agenda musical en más de una ocasión para seguir su tratamiento. Incluso confesó que su enfermedad lo inspiró a componer nuevas canciones, «mejores que ninguna».
Hace un año Black Sabbath confirmó su retiro con una presentación en Birmingham, Inglaterra, lugar que los vio nacer a finales de la década de los sesenta, y aunque actualmente Iommi se dedica al altruismo, recientemente confesó que le gustaría volver a componer, pues como declaró para el diario Birmingham Mail: «Podría estar aquí otros diez años o tan sólo un año – no lo sé”.
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